Sé que no somos una gran multinacional, pero si entran, pueden dejarme fuera de juego en cuestión de horas.
Me llegan facturas con nombres raros, me venden cosas con palabras que suenan importantes… y yo firmo, por no quedarme atrás. Pero no sé si me están tomando el pelo.
No soy técnico. Sé que las cosas no van bien, pero tampoco quiero que me cobren miles por cambiarlo todo sin garantías.
Confío en que todo funcione… hasta que deja de hacerlo. Y entonces no tengo ni idea de a quién llamar.
Sé que hay normas, sé que hay multas… pero entre clientes, empleados, emails y mil cosas más, cruzo los dedos para que no me pillen con un descuido.
Hablan de ciberseguros, de tiempo de inactividad… pero yo no tengo ni una hoja con esos números claros. Y eso me inquieta más de lo que admito.
Cada uno trabaja como puede, desde donde puede, pero sé que eso es un coladero. Lo sé. Solo que no tengo tiempo para poner orden.
Hay backups, sí. Pero no sé si están actualizados, si se revisan, si están bien hechos. Me fío… y eso es un riesgo.
Me lanzan tecnicismos, me proponen soluciones mágicas… y yo tengo que decidir con el estómago, no con información real.
No quiero que el crecimiento se me vuelva en contra porque no invertí a tiempo en lo que no se ve: sistemas, seguridad, estructura.
Deja de vivir con la incertidumbre. Descubre exactamente qué riesgos tienes y cómo eliminarlos.
DESTRUYE TUS MIEDOS AHORA